Descripción
El Carpe Diem Seco Envejecido es un vino singular y complejo, elaborado a partir de la emblemática uva Pedro Ximénez, siguiendo el tradicional sistema de criaderas y soleras con crianza biológica bajo velo de flor en barricas de roble americano. Este meticuloso proceso le otorga un carácter único, combinando tradición, elegancia y profundidad en cada copa.
La crianza biológica bajo velo de flor permite que el vino desarrolle una complejidad aromática inconfundible. Durante este proceso, el vino se mantiene en contacto con levaduras naturales que forman una capa protectora en la superficie, evitando su oxidación y aportando aromas y sabores únicos. Su envejecimiento en barricas de roble americano aporta matices tostados y especiados que se integran con la frescura y mineralidad del vino.
ALC. 15º
Bodegas: Carpe Diem
Tipo: Vino seco
Variedad: Pedro Ximénez
CATA
Presenta un atractivo color amarillo intenso con brillantes reflejos dorados, evidencia de su crianza prolongada y su contacto con la madera y el velo de flor. Su transparencia y brillo anticipan su complejidad y frescura.
Ofrece un aroma punzante y expresivo, dominado por notas características de la crianza biológica: levadura fresca, pan recién horneado y bollería fina. También emergen matices de frutos secos como almendras y avellanas tostadas, junto con sutiles toques de flores secas y manzanilla.
En boca, muestra una entrada seca pero sorprendentemente suave, con un paso sedoso y aterciopelado, que llena el paladar con gran volumen y una estructura bien definida. Su acidez es viva y refrescante, equilibrada por una salinidad natural, reflejo del terruño y del proceso de crianza. El final es persistente, con un elegante amargor característico de la variedad Pedro Ximénez, dejando un retrogusto largo y satisfactorio que invita a seguir disfrutándolo.
MARIDAJE
El Carpe Diem Seco Envejecido es un vino versátil y gastronómico, ideal para acompañar una amplia variedad de platos. Su frescura y complejidad lo convierten en un compañero perfecto para jamón ibérico, embutidos curados, aceitunas, ahumados, quesos curados, manchegos y azules como Cabrales o Roquefort.
Se recomienda servirlo frío entre 8 y 10 ºC para disfrutar plenamente de su complejidad aromática y su estructura en boca. Su versatilidad también lo hace perfecto para disfrutar como aperitivo o durante largas sobremesas.